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26/04/2009

Festival de Música Clásica. 1er Concierto Popular invita la Municipalidad de Ushuaia

Domingo 26 de abril a las 21.30hs en el Centro Cultural Esther Fadul (2 de Abril Nº 1577)

Las puertas estarán abiertas a partir de las 18.30hs, la entrada es por orden de llegada y el cupo es de 700 personas.

Información del Repertorio:

Max Bruch - Concierto para violín y orquesta nº 1 en sol menor

Max Christian Friedrich Bruch (6 de enero de 1838 - 2 de octubre de 1920) fue un compositor y director de orquesta alemán de la época romántica de la música clásica.

Entre sus obras más importantes se encuentran sus conciertos para violín, de las que el Concierto para violín en sol menor sigue teniendo en la actualidad una acogida extraordinaria, comparable a la del concierto para violín de Mendelssohn.

Antonin Dvorak - Sinfonía nº 8 en sol menor

Antonín Leopold Dvořák, compositor checo (nació en Nelahozeves el 8 de septiembre de 1841 y falleció en Praga el 1 de mayo de 1904), posromántico y nacionalista; uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XIX. Sin perder una amplia proyección internacional, supo extraer las esencias de la música de su tierra: Bohemia.

Sinfonía nº 8 en Sol mayor, opus 88 (1889), de Antonín Dvořák.

El compositor había adquirido a mediados de 1880 una modesta villa en Vysoká, localidad situada a unos 150 kilómetros de Praga. En ella pasaba los veranos entregado a la colombofilia, una de sus grandes aficiones, y a la composición. Allí, en los meses estivales de 1889 escribió esta sinfonía. Consta de cuatro movimientos:

• Allegro con brío: el primer movimiento es una exposición poderosa y brillante caracterizada por el uso liberal de la percusión.

• Adagio: a pesar de estar señalado como Adagio, el segundo movimiento, en realidad, se desarrolla a una cierta velocidad. Comienza con un hermoso solo de violín muy típico y acaba en una atmósfera reservada pero gozosa.

• Allegretto grazioso - Molto vivace: la mayor parte del tercer movimiento es una graciosa danza en compás de 3/4. Al final, cambia a 4/4, y acaba de manera muy vivaz, semejante a la del segundo movimiento.

• Allegro, ma non troppo: el final es el movimiento más turbulento. Comienza con una fanfarria, luego evoluciona hacia una hermosa melodía que es iniciada por los violonchelos. La tensión crece y finalmente se relaja en aproximadamente dos minutos, cuando una cascada de instrumentos que tocan el tema inicial dan paso a un trino de la trompa que suena como un elefante que muere. A partir de ahí, el movimiento progresa irresistiblemente hacia una sección y una recapitulación del desarrollo, modulando de mayor a menor varias veces, e incluyendo dos trinos más de las trompas. La pieza termina en una coda cromática, en la cual los metales y la percusión sobresalen destacadamente.

Esta sinfonía se programa con frecuencia, aunque no tan a menudo como la famosa Novena de Dvorak, si bien goza de similar estatus que la séptima a pesar de las diferencias entre las dos obras. Mientras que la séptima es tempestuosa y romántica, la octava es tierna e inspirada en la música tradicional bohemia que Dvorak tanto amó.

Se estrenó en Praga el 2 de febrero de 1890 bajo la dirección del propio compositor, y se volvió a ejecutar en Londres un año después aprovechando uno de sus desplazamientos a Inglaterra por haber sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cambridge.