Manos a la Obra, un espectáculo imperdible para toda la familia
"Manos a la obra", la creación infantil con producción artística de la Subsecretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Ushuaia realizó una nueva presentación el pasado domingo, a partir de las 18 horas, en la Sala "Niní Marshall" de la Casa de la Cultura.
El evento contó con la presencia de un importante número de público, compuesto por familias y grupos de niños, que compartieron la previa con las expectativas puestas en pasar un buen momento y disfrutar de las canciones.
La propuesta artística de "Manos a la obra" desde su primer diálogo cautivó a grandes y chicos a través de un relato cotidiano, al alcance de todos, basado en una charla entre tres amigos que deciden compartir la creación de un espectáculo musical para los más chicos.
El recorrido de la obra, y sus peripecias involucra a los protagonistas en situaciones que son reflejadas a través de sus canciones y representaciones.
Las actuaciones de Margarita, Esther y Roque, realizadas por Ximena Rose, Silvina Recabarren y Claudio Rey, más la Banda Municipal, como responsables de la musicalización, le otorgan a la obra una calidad artística, vocal y musical de alto nivel. Con puntos destacados dentro del desarrollo de la obra, como en Espere el Tren y Sueños, los espectadores entendieron que estaban frente a una puesta en escena de primer nivel con protagonistas y músicos que los llevarían a la emoción y la alegría.
Cerca del cierre del espectáculo, Me aburro, un reflejo del habitual estado de algunos adolescentes, selló la interactuación entre público y artistas que perduró hasta el final de la obra.
Una precisa presentación de la Subsecretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Ushuaia que a través de sus artistas cautivó a todos los presentes en la Sala "Niní Marshall" con su creación "Manos ala Obra".
Impecable actuación de las actrices y cantantes Silvina Recabarren, y Ximena Rosé, que hacen todo lo necesario para el lucimiento de un "Roque", Claudio Rey, que se roba los aplausos con sus ironías y una afinada complicidad con el público.
El cierre de la obra encontró a los más pequeños bailando junto a los protagonistas en el centro del escenario y a los más grandes aplaudiendo de pie desde sus butacas.
